Las lunas fuera de nuestro Sistema Solar con el potencial para soportar vida se han convertido en algo mucho más fácil de detectar, gracias a una investigación de un astrónomo del University College de Londres (UCL).
David Kipping ha encontrado que tales lunas pueden revelarse observando los bamboleos en la velocidad de los planetas a los que orbitan. Sus cálculos, que aparecen en el ejemplar de hoy de Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, no sólo nos permitiría confirmar si un planeta tiene un satélite, sino calcular su masa y distancia a su planeta padre, factores que determinan la posible habitabilidad de una luna.
Se conocen actualmente más de 300 exoplanetas (planetas fuera de nuestro Sistema Solar), casi 30 están en la zona habitable de su estrella madre pero todos estos planetas son gigantes gaseosos inhabitables. La búsqueda de lunas en órbita alrededor de esos planetas es importante en nuestra búsqueda de vida alienígena dado que ellos también están en la zona habitable pero es más probable que sean rocosos como la Tierra, con el potencial de albergar vida.
Hasta ahora los astrónomos sólo han observado los cambios en la posición de un planeta cuando orbita a su estrella. Esta hace difícil confirmar la presencia de una luna dado que estos cambos pueden estar causados por otros fenómenos, tales como un planeta menor”, dijo David Kipping. “Adoptando este nuevo método y observando las variaciones en la posición y velocidad de un planeta cada vez que pasa frente a su estrella, lograremos una información más fiable para detectar lunas de la masa de la Tierra alrededor de planetas gaseosos gigantes de la masa de Neptuno”.
El aparente temblor en la posición y velocidad de un planeta está causado por la órbita del planeta y su luna en torno a un centro de gravedad común. Aunque el viejo método de observar los bamboleos en la posición permitió a los astrónomos buscar lunas, no les permitió determinar su masa o distancia al planeta.
El Profesor Keith Mason, Director Ejecutivo del Consejo de Instalaciones Tecnológicas y Científicas, dijo, “Es apasionante que ahora podamos recopilar dicha información sobre lunas lejanas además de sobre planetas. Si alguno de estos gigantes gaseosos que se encuentra fuera del Sistema Solar tiene lunas, como Júpiter y Saturno, hay una posibilidad real de que alguna de ellas pueda ser similar a la Tierra”.
El trabajo de Kipping está patrocinado por el Consejo de Instalaciones Científicas y Tecnológicas del Reino Unido (STFC).
Fuente | Ciencia kanija
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