Incluso cuando su misión se reduce, el Aterrizador de Marte Phoenix de la NASA, ha observado nieve cayendo del cielo marciano.
La cámara de Phoenix y el equipo meteorológico ha mostrado nubes y niebla que se forman durante la noche conforme el aire se hace más frío.
"Actualmente sucede cada noche", dijo Jim Whiteway de la Universidad de York en Toronto y principal científico de la Estación Meteorológica de Phoenix.
Un instrumento láser que apunta directamente hacia la atmósfera marciana también ha detectado la nieve procedente de nubes aproximadamente a 4 kilómetros por encima del lugar de aterrizaje de la nave. Los datos demuestran que la nieve se evapora antes de tocar el suelo. No hay imágenes convencionales de la nevada. Los científicos sabían por estudios anteriores que nieva en Marte. Pero nunca han podido verlo desde el terreno.
“Jamás se ha visto algo como esto en Marte”, dijo Whiteway. “Estamos buscando signos de que la nieve pueda haber llegado al terreno”.
La nave también ha observado indicios de agua pasada en el planeta. Mientras tanto, los científicos de la misión tratan de exprimir toda la ciencia que pueden antes de que el Sol marciano se ponga para el invierno, incluyendo un sorprendente intento de conectar el micrófono aún no usado de Phoenix.
Los científicos de la misión anunciaron los planetas para las restantes semanas de actividad de Phoenix en una conferencia de prensa el lunes.
También revelaron información que les ayudará a “comenzar a rescribir el libro de la química marciana”, dijo Michael Hecht, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, y científico principal del Analizador de Microscopía, Electroquímica y Conductividad de Phoenix (MECA).
Phoenix aterrizó en las llanuras del norte de Marte el 25 de mayo y ha estado usando sus instrumentos de a bordo para analizar el polvo marciano y la capa de hielo subsuperficial en su lugar de aterrizaje sobre el círculo ártico marciano. La misión, extendida una vez por la NASA a lo largo de septiembre, fue extendida de nuevo a principios de este mes hasta finales de diciembre.
Pero es improbable que Phoenix duré tanto.
¿Qué es lo siguiente?
Conforme se acerca el invierno en el hemisferio Norte de Marte, el Sol se sumerge en el horizonte, proporcionando cada vez menos luz solar a los paneles de Phoenix para que la conviertan en electricidad para mantener en funcionamiento sus instrumentos. Finalmente el Sol se pondrá sobre el círculo ártico por completo.
Dado que esto sucederá, el equipo de Phoenix está intentando “obtener lo máximo de estos instrumentos científicos en los últimos días”, dijo Barry Goldstein, director del proyecto Phoenix, también del JPL.
Los científicos que trabajan en el Analizador Térmico y de Gas Evolucionado de Phoenix (TEGA) están planeando llenar cuatro hornos restantes del instrumento (de ocho en total) con muestras de polvo y hielo marciano. El equipo quiere particularmente obtener una muestra de hielo puro o rica en hielo, dijo el científico líder de TEGA William Boynton de la Universidad de Arizona en Tucson.
El equipo ha tenido problemas al recoger las muestras de hielo, con el “hielo casi soldado en el interior de la pala” en el extremo del brazo robótico de Phoenix, dijo Boynton, aunque añadió que: “Aún somos optimistas en que podremos llenar los cuatro antes de agotar la energía”.
Phoenix también buscará signos de compuestos orgánicos en las muestras recogidas por TEGA, comparándolas con una de muestra llevada para descartar cualquier contaminación llevada desde la Tierra. Aunque sería un hallazgo apasionante, los compuestos orgánicos no indicarían necesariamente vida — podrían depositarse mediante comentas y conservarse en el hielo, dijo el investigador principal de Peter Smith, también de la Universidad de Arizona.
El aterrizador también observará los distintos isótopos (o tipos de un elementos con distinto número de neutrones) en el hielo de la subsuperficie y en el vapor de agua marciano para ver si las dos fuentes interactúan, dijo Smith.
Como bonus, los científicos de la misión van a intentar conectar el micrófono que se instaló originalmente en Phoenix para usarse durante el descenso del aterrizador. Aunque su uso estaba desechado, los científicos de Phoenix han decidido ahora “intentar escuchar Marte por primera vez”, dijo Smith.
“No estamos seguros de si va a funcionar, pero vamos a hacer un intento”, añadió.
Phoenix también intentará tomar muestras del polvo bajo las roca, conocida como “Headless” (sin cabeza), que movió con éxito con su brazo robótico de 2,4 metros de largo la semana pasada. Las imágenes ya han demostrado algunas diferencias de color en el polvo bajo la roca.
“Esperamos encontrar una química diferente debajo de la roja que cerca de la roca”, dijo Smith.
Nueva química marciana
Hasta ahora, la química de las capas de superficie cerca del lugar de aterrizaje de Phoenix ha sido un poco distinto de lo que habían anticipado.
TEGA ha identificado varios minerales que sugieren que la superficie ha interactuado con el agua varias veces en el pasado marciano. Esto incluye silicatos similares en estructura a la mica, pero más blandos, y carbonatos cálcicos. Ejemplos de carbonatos en la Tierra son las tizas y las tabletas antiácido.
El conjunto de instrumentos de MECA han demostrado que el pH del terreno cerca de Phoenix es aproximadamente de 8,3 — o ligeramente básico — “casi exactamente el pH del agua oceánica de la Tierra”, dijo Hecht.
MECA también ha encontrado pruebas de percloratos, los cuales podrían actuar como fuentes de energía para algún potencial microbio marciano pasado y podría tener un impacto significativo en la química del agua de Marte.
Por una parte, podrían explicar por qué la sonda Phoenix ha encontrado que “el suelo de nuestro pequeño rincón de Marte es muy, muy seco”, dijo Hecht. El perclorato podría estar absorbiendo el agua del terreno por encima de la capa de hielo, explicó.
Basándose en los modelos de bajada de energía de Phoenix, los ingenieros de la misión no esperan que Phoenix dure mucho más de finales de noviembre. Finalmente, el Sol se pondrá completamente para Phoenix, y el hielo de dióxido de carbono se depositará sobre él. Esto combinado con las temperaturas cada vez más bajas del invierno destruirá los componentes de la nave.
“Nadie prevé que el vehículo sobreviva al hostil invierno”, dijo Goldstein.
Fuente | Ciencia kanija
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