Se encuentra un planeta en órbita inclinada alrededor de una lejana estrella

El extraño descubrimiento puede ayudar a refinar las teorías sobre cómo se forman los planetas y sistemas solares.

Un equipo internacional de investigadores ha encontrado un planeta alrededor de otra estrella cuya órbita está acusadamente inclinada respecto al plano del ecuador de la estrella, un hallazgo que contradice algunas teorías sobre cómo se forman los sistemas solares.

En nuestro propio Sistema Solar, todos los planetas orbitan al Sol casi exactamente en el mismo plano de rotación del Sol – y tal alineación es requerida por las teorías actualmente aceptadas sobre cómo se forman las estrellas y planetas a partir de discos en colapso de gas y polvo. Cualquier desalineación, tal como la que encontró el equipo, debe haber ocurrido como resultado de una perturbación en algún momento tras la formación del planeta, dicen los teóricos.


Joshua Winn explica el método usado para detectar la inclinada órbita del planeta XO-3b. Debido a su rotación, la luz de un lado de la estrella está desplazada al azul (moviéndose hacia el observador), mientras que el otro lado se desplaza al rojo (se aleja). Cuando un planeta lo cruza en una órbita inclinada, bloquea un lado más que otro, cambiando el equilibrio de colores en la luz estelar. Imagen / Donna Coveney


Los astrónomos están interesados en explorar características de tales planetas lejanos en parte para refinar las teorías de formación planetaria, y en parte sólo para comprender los tipos de variaciones que puede haber en el universo a nuestro alrededor – para “ver cómo se lanzaron los datos en otros sistemas solares”, dice el físico del MIT Joshua Winn, que lideró el equipo que midió la órbita inclinada del planeta.

Detectar esta extraña órbita requirió una combinación de buena suerte, tecnología avanzada e ingeniosa metodología. Winn, profesor asistente de física en el Instituto Kavli para Astrofísica e Investigación Espacial del MIT, y un equipo de astrónomos usaron uno de los dos telescopios más grandes del mundo para hacer el laborioso trabajo de observación que confirmó las pistas previas de la órbita única del planeta.

El planeta, conocido como XO-3b, se descubrió en 2007 gracias a un método que depende de una posibilidad de alineación de la órbita del planeta con la línea de visión entre su estrella y la Tierra. Debido a tal alineación, el planeta pasa a veces directamente frente a la estrella visto desde aquí – un evento llamado tránsito – provocando de esta forma una ligera atenuación en la luz estelar. Tal atenuación puede detectarse con un potente telescopio conectado a un medidor de luz altamente sensible, o fotómetro. De los más de 350 exoplanetas descubiertos hasta la fecha, sólo algo menos de dos docenas se han encontrado a través de este método de tránsito.

Detectar el propio planeta fue relativamente fácil, dado que atenúa la luz estelar aproximadamente en un 1%. Pero ir un paso más allá y medir en ángulo de su órbita, incluso con herramientas tan potentes, significa que “tenemos que tener mucho cuidado al hacerlo”, dice Winn. Resulta que si un planeta cruza el disco de la estrella en un ángulo con respecto a la propia rotación estelar, esto causa un patrón distintivo de cambio en el color global de la estrella, cuando se mide con un espectrógrafo muy sensible, debido al desplazamiento Doppler provocado por la rotación de la estrella.

Las pistas de tal firma espectral se vieron el año pasado por parte de otro equipo, pero el equipo reconoció que no podían confiar demasiado en sus resultados. Las nuevas observaciones, llevadas a cabo por Winn y su equipo en febrero en el Observatorio Keck I en Hawai, proporcionaron una medida clara y sólida del la distintiva inclinación del planeta, determinando el ángulo de la órbita en aproximadamente 37 grados desde el ecuador de la estrella. Se informa de dichos resultados en un artículo enviado a la revista Astrophysical Journal, el cual fue recientemente publicado on-line y se publicará en el ejemplar de agosto de la revista.

Una gran mayoría de los planetas descubiertos hasta el momento orbitando otras estrellas – conocidos como exoplanetas – son planetas muy grandes comparables a los gigantes gaseosos de nuestro Sistema Solar, pero orbitando sus estrellas mucho más cerca (y por tanto más rápido). Esto es debido a que el método usado para detectar estos planetas hace mucho más fácil la detección de los gigantes cercanos que de los más pequeños y lejanos. En el caso de XO-3b, tiene aproximadamente 13 veces la masa de Júìter, aunque orbita a su estrella con un periodo, o “año”, de apenas 3,5 días (Júpiter, por el contrario, necesita casi 12 años para completar una órbita). Este tamaño y cercanía a su estrella son “inusuales, incluso para los estándares de los exoplanetas”, dice Winn.

Tales “Júpiter calientes” – conocidos así por recordar al mayor planeta del Sistema Solar, pero que estarían mucho más calientes debido a su proximidad a sus estrellas madre – podrían no haberse formado en los lugares que vemos ahora, de acuerdo con la teoría de formación planetaria aceptada. Deben haberse formado mucho más lejos de la estrella y luego migrado hacia el interior a sus posiciones actuales. Los astrónomos han logrado distintos mecanismos para tener en cuenta la migración: la atracción gravitatoria de otros planetas cuando pasan cerca, o la atracción del disco de gas y polvo a partir del cual se formaron la estrella y sus planetas.

Los encuentros cercanos con otros planetas podrían amplificar mucho una ligera inclinación inicial, pero la atracción del disco de material no. Por lo que la teoría no podría contar con planetas que terminasen en una órbita tan inclinada, lo cual descarta la teoría al menos en el caso de este planeta concreto.

En los próximos años, nuevos telescopios como el observatorio espacial Kepler empezarán a descubrir un número cada vez mayor de exoplanetas, “será interesante identificar más de los que están inclinados, encontrar los suficientes para ser capaces de descubrir patrones”, dice Winn.

Además de Winn, el equipo incluyó a John Asher Johnson de la Universidad de Hawai; Daniel Fabrycky, Gil Esquerdo y Matthew Holman del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica; Andrew Howard y Geoffrey Marcy de la Universidad de California en Berkeley; Norio Narita del Observatorio Nacional de Japón; Ian Crossfield de UCLA; Yasushi Suto de la Universidad de Tokio; y Edwin Turner de la Universidad de Princeton. El trabajo estuvo patrocinado por la el Programa Orígenes de la NASA, una beca de posdoctorado de la Fundación Nacional de Ciencia y la Iniciativa Centro Mundial de Investigación Internacional Principal.

Fuente | Ciencia Kanija

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El primer espacio-puerto del mundo inicia su construcción

El oeste de los Estados Unidos solía ser conocido como la frontera, y ahora tal región proporcionará acceso a la última frontera. El 19 de junio, se abrirá el terreno de Nuevo México para el espacio-puerto América, el primer espacio-puerto comercial construido para el lanzamiento de ciudadanos privados al espacio. Las ceremonias de inicio incluirán un sobrevuelo del WhiteKnightTwo de Virgin Galactic, la nave nodriza que enviarán turistas en ruta hacia el espacio en la SpaceShip2. Virgin Galactic será el primero – si no el más importante — arrendatario del espacio-puerto America, y ya más de 250 personas han pagado dinero para viajar a los límites del espacio tan pronto como el próximo año.


El espacio-puerto América diseñado por URS/Foster + socios. Imagen conceptual cortesía de Vyonyx Ltd.



La pista del espacio-puerto América se prevé que se complete para el próximo verano. La terminal y el hangar deberían estar listos para los arrendatarios en diciembre de 2010, cuando Virgin Galactic espera empezar a llevar turistas al espacio.

Competidores como XCOR Aerospace y Armadillo Aerospace están desarrollando naves para vuelos de 95 000 dólares. Y conforme estos vuelos se hagan más rutinarios, los costes deberían caer.

A 8 kilómetros de la terminal hay una rampa de lanzamiento para cohetes de 6 metros usados mayormente para experimentos científicos, la cual ha estado operativa durante los dos últimos años.

Si estás en Las Cruces/ Truth o Consequences, área de Nuevo México, echas un vistazo al sitio web del espacio-puerto América. Las ceremonias de inicio son gratis y de acceso libre al público.

Fuente | Ciencia Kanija


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Científicos encuentran pruebas de que hubo lagos en Marte

Un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado afirmó que encontró las primeras pruebas concluyentes de la existencia de orillas de un lago que existió en Marte.



Se cree que el área que los científicos piensan que fue un lago se formó durante la era Hesperiana y existió unos 300 millones de años después del fin del período cálido y húmedo.

Los científicos calculan que el lago existió hace más de 3.000 millones de año, cubría unos 205 kilómetros cuadrados y tenía una profundidad de hasta 450 metros, dijo Gaetano Di Achille, quien encabezó el estudio en Boulder, en un comunicado.

La vida, tal como por ahora la conocen los humanos, requiere la presencia de agua, por lo que la existencia de un lago refuerza la posibilidad de que pudieron existir formas de vida en el planeta rojo.

La supuesta orilla de un lago que los científicos sostienen que localizaron a lo largo de un ancho delta incluye una serie de acantilados y socavones que, se cree, pueden ser los restos de depósitos en las playas.



"Ésta es la primera prueba sin ambigüedades de orillas en la superficie de marte", indicó Di Achille. "La identificación de las orillas y las pruebas geológicas que las acompañan nos permiten calcular el tamaño y el volumen del lago que parece haberse formado hace unos 3.400 millones de años".

Las conclusiones se publicaron en Geophysical Research Letters, una revista por internet de la Unión Geofísica de Estados Unidos.

Pero éste no es el único grupo de científicos que ha afirmado que encontró pruebas de la existencia pasada de lagos en Marte. En 2008, un equipo de investigadores anunció el hallazgo de un lago en el cráter Holden.

Varios estudios han encontrado señales, desde posibles orillas a salitrales que indican la evaporación de agua, desde lagos de escasa profundidad o de océanos. Muchas líneas de pruebas señalan que abundó el agua en Marte.

Las imágenes para este estudio de la Universidad de Colorado (UC) las captó el Experimento Científico de Imagen de Alta Resolución, es decir la cámara HiRISE, en el orbitador de reconocimiento de Marte enviado por la agencia espacial estadounidense NASA.

Un análisis de las imágenes indica que el agua excavó un cañón de unos 48 kilómetros de largo que se abría a un valle y depositó sedimentos que formaron un extenso delta, según los científicos.

Este delta y otras que rodean la cuenca implican la existencia de un lago grande y duradero, dijo Brian Hynek, profesor en el Departamento de Ciencias Biológicas de la UC. El supuesto lago se ubica dentro de un canal de escorrentía mucho más extenso conocido como Shalbatana Vallis.

Además, las imágenes muestran que el lago existió durante una época en la cual, según los científicos, Marte ha sido un planeta frío y seco.

"Esta investigación no solo prueba que hubo un sistema de lagos en Marte por un largo tiempo, sino que también podemos ver que el lago se formó después de que se disipó el período cálido y húmedo", explicó Hynek.

Los científicos que estudian los planetas creen que las superficies más antiguas de Marte se formaron en la era húmeda y cálida de Noachan, esto es entre 4.100 y 3.700 millones de años atrás, y que incluyó el bombardeo de grandes meteoros y extensas inundaciones.

Se cree que el área que los científicos piensan que fue un lago se formó durante la era Hesperiana y existió unos 300 millones de años después del fin del período cálido y húmedo.


Fuente | Ciencia Kanija


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El Gran Telescopio CANARIAS comienza a producir sus primeros datos científicos

El Gran Telescopio CANARIAS (GTC) ha entregado sus primeros datos científicos a una media docena de programas de observación, con propuestas que van desde el estudio de planetas más allá del Sistema Solar hasta la búsqueda de galaxias primigenias. El uso del telescopio por parte de la comunidad astronómica comenzó en marzo de 2009, y será el próximo 24 de julio cuando tenga lugar su inauguración oficial por parte de SS.MM. los Reyes de España.


Imagen de M51, más conocida como la Galaxia Remolino. Localizada a 23 millones de años luz de distancia de la Tierra, esta magnífica espiral se observó utilizando el instrumento OSIRIS en el telescopio con un tiempo de exposición de dos minutos. Para llegar a la misma profundidad, un telescopio de un metro de diámetro necesitaría un tiempo de exposición de aproximadamente cuatro horas. Tratamiento de la imagen: Daniel López (IAC)


Los primeros investigadores en recibir datos del telescopio han sido Pilar Ruiz, de la Universidad de Barcelona; Alberto Javier Castro-Tirado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía; Víctor Béjar, del Instituto de Astrofísica de Canarias; Miguel Chávez, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México, y Eric Ford, de la Universidad de Florida.



Entre las primeras observaciones del GTC hay para casi todos los gustos. Uno de los programas de observación es el de Víctor Béjar, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias. “Con el GTC esperamos tener pistas de cómo nacen las enanas marrones y, en general, sobre cuáles son los procesos de formación de las estrellas”. Su proyecto dirigió el telescopio hacia una región muy joven de la constelación de Escorpio, situada a 472 años luz de distancia de la Tierra, a la búsqueda de enanas tipo T cuyo espectro contuviera rasgos de metano. “Estos objetos son muy fríos y muy débiles en el rango óptico, y por ello necesitábamos un telescopio de gran tamaño como el GTC”, explica Béjar.

A la espera de analizar los datos obtenidos, la intención de los investigadores es ampliar los estudios existentes en esta región hacia objetos aislados con temperaturas que no superen los 1.225 grados centígrados y cuya masa sea inferior a diez masas de Júpiter.

El estudio de planetas extrasolares a través de la observación de tránsitos ha sido también muy demandado por los científicos. Astrónomos de la Universidad de Florida (EE.UU.), liderados por el investigador Eric Ford, han empezado a analizar los primeros datos de HAT-P-3, una estrella joven de la Osa Mayor rica en metales. Esta estrella es la ‘anfitriona’ de un planeta del tamaño de Júpiter que pasa por delante de ella cada tres días. “Queríamos aplicar las capacidades únicas del GTC y de su instrumento OSIRIS para hacer observaciones de muy alta precisión”, indica Ford.

Estas observaciones serán utilizadas para perfeccionar futuros estudios de “súper Tierras” con superficies rocosas semejantes a las de nuestro planeta. Durante la última década, los astrónomos han descubierto más de 50 planetas estudiando la luz que bloquean, vistos desde la Tierra, al pasar delante de su estrella anfitriona. Este método permite descifrar algunas propiedades físicas del planeta, como su tamaño, densidad, estructura, la composición de su atmósfera o incluso su clima.

Por su parte, un equipo del Instituto de Astrofísica de Andalucía intenta encontrar el origen de un estallido de rayos gamma que, durante apenas minuto y medio, eclipsó todos los objetos del Universo visibles en esa longitud de onda. El intensísimo fogonazo se produjo el pasado 4 de abril y ahora, gracias al Gran Telescopio CANARIAS, los astrofísicos pretenden localizar la lejana galaxia en la que tuvo lugar. “Ahora que sabemos dónde mirar en un punto del cielo bien localizado, el GTC nos permite obtener imágenes muy profundas para atisbar esa galaxia, cuya lejanía hace casi imposible su observación”, destaca el investigador principal del proyecto, Alberto Javier Castro-Tirado.

Los estallidos de rayos gamma son los fenómenos más luminosos y energéticos que se conocen. La explosión, detectada entonces por el telescopio espacial Swift, duró alrededor de 80 segundos y no se pudo captar desde tierra ningún vestigio óptico o infrarrojo del violento fenómeno, tan sólo se detectó su rastro en ondas de radio. Objeto de especulación desde hace más de tres décadas, los estallidos de rayos gamma son potentes destellos que aparecen en el cielo sin seguir un patrón concreto y con cuya comprensión se espera contribuir al desarrollo de los modelos cosmológicos actuales.

La lucha por el tiempo y el reto de optimizar el GTC

En la pugna por las primeras 472 horas de observación con el telescopio, la concurrencia ha sido bastante alta. La competitividad es grande y el tiempo, limitado. De media, sólo una de cada cuatro horas de observación solicitadas ha podido ser concedida.

Actualmente, el telescopio opera en modo de “observación por colas”, de manera que el equipo de astrónomos del GTC hace las observaciones cuando se cumplen las condiciones que requiere el equipo investigador y las envía a los científicos a medida que se completan. La mitad del tiempo se dedica a ajustar y mejorar el funcionamiento del telescopio y de su primer instrumento, OSIRIS, mientras que el resto se destina a la observación astronómica.

Fuente | Ciencia Kanija

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Erupción gigante revela una estrella "muerta"



Un enorme estallido ha encontrado su camino hacia la Tierra tras viajar miles de años a través del espacio. Estudiando estos estallidos con los observatorios espaciales XMM-Newton e Integral de la ESA, los astrónomos han descubierto una estrella muerta que pertenece a un extraño grupo: los magnetares.





Los rayos-X procedentes de un gigantesco estallido llegó a la Tierra el 22 de agosto de 2008, y disparó los sensores automáticos del satélite internacional Swift liderado por la NASA. Apenas doce horas más tarde, XMM-Newton apuntaba allí y comenzaba a recopilar la radiación, permitiendo el estudio espectral más detallado del decaimiento de un estallido de magnetar.



El estallido duró más de cuatro meses, durante los cuales se midieron cientos de estallidos menores. Nanda Rea de la Universidad de Amsterdam lideró el equipo que realizó la investigación. "Los magnetares nos permitieron estudiar condiciones extremas de la materia que no pueden reproducirse en la Tierra", comenta.

Los magnetares son los objetos más intensamente magnetizados del universo. Sus campos magnéticos son unas 10 000 millones de veces más potentes que el de la Tierra. Si un magnetar apareciese mágicamente a la mitad de la distancia de la Luna a la Tierra, su campo magnético aniquilaría todas las tarjetas de crédito de la Tierra.

Este magnetar en concreto, conocido como SGR 0501+4516, se estima que está a 15 000 años luz de distancia, y no se descubrió hasta que emitió su estallido. Un estallido tiene lugar cuando la configuración inestable del campo magnético tira de la corteza del magnetar, permitiendo que la materia salga expulsada hacia fuera en una exótica erupción volcánica. Esta materia se entrelaza con el campo magnético el cual puede cambiar se propia configuración, liberando más energía. Y aquí es donde entró en juego Integral.

Sólo cinco días tras la gran explosión, Integral detectó rayos-X altamente energéticos procedentes del estallido, más allá del rango de energía que puede ver XMM-Newton. Es la primera vez que tal emisión transitoria de rayos-X se ha detectado durante un estallido. Desapareció en 10 días y probablemente se generó cuando cambió la configuración magnética.

Los estallidos de magnetares pueden suministrar tanta energía a la Tierra como las llamaradas solares, a pesar del hecho de que están mucho más lejos en nuestra galaxia y que el Sol está en nuestro umbral celeste. Hay dos ideas de cómo se forma un magnetar. Una es que es el diminuto núcleo dejado después de que haya muerto una estrella muy magnética. Pero tales estrellas magnéticas son muy extrañas, sólo se conocen unas pocas en nuestra galaxia. Otra sugerencia es que durante la muerte de una estrella normal, su diminuto núcleo se acelera, proporcionando una dinamo que refuerza su campo magnético, dando como resultado un magnetar.

Actualmente la mayor parte de los astrónomos están a favor de la primera idea aunque no tienen ninguna prueba concluyente por el momento. "Si pudiésemos encontrar un magnetar en un cúmulo de estrellas altamente magnéticas, eso lo demostraría", dice Rea.

Hasta el momento sólo se conocen 15 magnetares en total en nuestra galaxia. SGR 0501+4516 es el primer nuevo repetidor gamma suave, uno de los dos tipos de magnetares, descubierto después de décadas de búsqueda. Por tanto, los astrónomos continúan buscando más, esperando la siguiente gran erupción. Por su reciente descubrimiento de SGR 0501+4516, el equipo ha recibido tiempo para volver y observarlo de nuevo el próximo año con XMM-Newton. Ahora que saben dónde mirar, esperan detectar el objeto es un estado tranquilo, en lugar de en estallido, de tal forma que pueden estudiar la calma después de la tormenta.

Fuente | Ciencia Kanija

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La búsqueda de vida en exoplanetas será mucho más fácil tras el estudio de unos astrónomos

La búsqueda de vida en planetas extrasolares será "mucho" más fácil desde el punto de vista técnico tras los resultados que investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han obtenido al medir por primera vez el espectro de transmisión de la Tierra.



Así lo informó hoy a Efe el investigador del IAC Enric Pallé, quien añadió que con los resultados de este estudio, que se publicará en el próximo número de la revista Nature, se puede pensar que la actual será la primera generación que sea capaz de detectar vida en otros planetas.


Al hablar de vida en los exoplanetas hay que especular un poco y nos encontraremos con sorpresas, pero lo que es un hecho es que los elementos de los que están hechos los planetas son los mismos, de forma que el hecho de buscar gases tan abundantes como oxígeno y metano "no suena descabellado a la hora de buscar vida en otros planetas", comentó Pallé.

Para esta investigación, los astrónomos del IAC estudiaron por primera vez el espectro de transmisión de la Tierra como medida de referencia para la búsqueda de vida en otros planetas fuera del sistema solar.

La idea es analizar la atmósfera terrestre como si se tratara de un planeta lejano, ver cuáles son sus principales marcadores biológicos -oxígeno, agua, metano y otros- y extrapolar el modelo a los nuevos planetas.

Para ver el espectro de transmisión de la Tierra y así ver sus rasgos caracteríticos y que indicarían a un extraterrestre que en nuestro planeta hay vida, los investigadores miraron a la Tierra durante un eclipse y como si fuese un exoplaneta.

Enric Pallé explicó que cuando hay un eclipse de Luna se produce la alineación de este satélite con el Sol y la Tierra, y si uno estuviera sentado en la superficie lunar vería que la estrella desaparece tras nuestro planeta y "un anillo de atmósfera".

La luz solar pasa a través de ese anillo de atmósfera y llega a la Tierra, que es lo que se llama espectro de transmisión de la Tierra y contiene la señal de todos los gases.

Para medir ese espectro se podría ir muy lejos en el Universo, pero los astrónomos del IAC han utilizado la Luna como un espejo para ver los resultados.

Enric Pallé indicó que este método se podrá aplicar a planetas extrasolares que tengan un tamaño similar al de la Tierra, aunque su biología y su química serán distintas.

Explicó que los resultados de esta investigación indican que los rasgos de la vida en la Tierra son mucho mas pronunciados de lo que se pensaba con los modelos teóricos, y que la búsqueda de vida en los exoplanetas será mucho más fácil desde el punto de vista técnico de lo que se pensaba.

Enric Pallé y María Rosa Zapatero Osorio señalaron que en los últimos quince años se han descubierto muchos planetas extrasolares, la mayoría de los cuales son mucho más grandes que la Tierra, pero opinan que en poco tiempo se detectarán planetas similares al nuestro, con posibilidades de que en ellos haya agua líquida y vida.

María Rosa Zapatero Osorio declaró que se está en los albores de detectar planetas rocosos, un poco mayores que la Tierra y que orbiten alrededor de otras estrellas, algo que cree se producirá en un par de decenios.


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Los agujeros negros galácticos pueden ser más masivos de lo que pensamos

Las predicciones y observaciones podrían resolver una aparente discrepancia entre gigantes cercanos y lejanos.

Y ahora, algo verdaderamente monstruoso.

Los astrónomos informan de que algunos de los agujeros negros supermasivos más grandes de las galaxias cercanas son al menos el doble de grandes y posiblemente cuatro veces más pesados de lo estimado anteriormente. Los hallazgos proceden de nuevas simulaciones de dos equipos independientes de investigadores, así como de nuevas observaciones de estrellas que orbitan alrededor de un puñado de agujeros negros supermasivos en los centros de galaxias masivas a no más de unos cientos de millones de años luz de la Tierra.





Los resultados, algunos de los cuales se informaron en la reunión del 7 de junio de la Sociedad Astronómica Americana, pueden resolver un viejo misterio sobre la discrepancia entre las masas de agujeros negros gigantes entre galaxias cercanas y lejanas. Los hallazgos también pueden sugerir que los agujeros negros supermasivos, que ya se sabe que crecen de la mano con el abultamiento central de estrellas de la galaxias, puede desempeñar un papel incluso más importante de lo sospechado en el gobierno del crecimiento y el tamaño máximo de las galaxias.

En las simulaciones presentadas en la reunión, Karl Gebhardt de la Universidad de Texas en Austin y Jens Thomas del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre Garching, Alemania, usaron un supercomputador para recalcular la masa de los mayores agujeros negros en el universo cercano, los cuales están en el centro de la galaxia M87, a 50 millones de años luz de la Tierra. El estudio del equipo es el primero en incluir la presencia de materia oscura en el cálculo de la masa de un agujero negro gigante. La materia oscura, el material invisible se cree que forma el 85 por ciento de la masa del universo, envuelve cada galaxia en un vasto halo.

Calculando cómo de rápido orbitan las estrellas el centro de la galaxia, los investigadores midieron la masa total de estrellas más la del agujero negro en la región central de la galaxia. Para calcular cuánto del agujero negro en el núcleo de la galaxia contribuye a la masa total, los astrónomos tienen que calcular la cantidad total de masa en las estrellas y restarla del total. No obstante, resulta ser más complicado de lo esperado determinar la masa estelar.

A primera vista, la materia oscura no parecería ser importante en el cálculo de masa estelar del centro galáctico debido a que la materia invisible sería despreciable respecto al núcleo de la galaxia. Pero entra en juego debido al método indirecto que los astrónomos usaron para medir la masa estelar, dijo el equipo.

Los astrónomos calcularon la masa registrando la cantidad visible de luz estelar y usaron una relación, conocida como proporción de masa a luz, para traducir la intensidad de luz estelar en masa estelar. No obstante, los astrónomos sólo consideraros la masa en el centro de la galaxia cuando determinaron esta proporción. Pero muchas de las estrellas residen en las regiones exteriores de la galaxia, donde la materia oscura es la predominante. Por lo que incluir la materia oscura en los cálculos podría proporcionar una proporción de masa a luz más precisa, dijo Gebhardt.

Él y Thomas encontraron que la proporción de masa a luz para las estrellas es aproximadamente la mitad de la vieja estimación.

Usando la proporción revisada, el equipo encontró una masa estelar mucho menor cerca del núcleo y, por tanto, una masa mucho mayor para el agujero negro. El equipo informa que el agujero negro supermasivo en M87 pesa el equivalente a 6400 millones de soles, aproximadamente el doble de la estimación aceptada actualmente.

El recuento de materia oscura “es un efecto que en retrospectiva es obvio”, dijo Gebhardt, y “en algunas galaxias como M87, puede ser muy importante”. Simulaciones no publicadas de otras tres galaxias muestran signos de un incremento similar, apunta. Y observaciones de alta resolución de M87 por parte de Gebhardt y sus colegas usan el Telescopio Géminis Norte en la cima de Mauna Kea en Hawai concuerda con la estimación teórica revisada, dijo.

“Ya era hora de que alguien incluyese el efecto de la materia oscura”, dijo John Kormendy de la Universidad de Texas, que no era miembro del equipo de Gebhardt. La masa revisada estimada, dijo, “tendrá una grata bienvenida en la audiencia”. Esto es debido a que durante más de 25 años ha sido un misterio por qué los quásares lejanos más luminosos están alimentados por agujeros negros que pesan el equivalente a 10 mil millones de masas solares, aunque ningún agujero negro cercano parecía ser tan pesado.

Con la nueva estimación de masa, el agujero negro de M87 está ahora mucho más cerca de encajar con la masa de esos potentes quásares del universo lejano, dijo Avi Loeb del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica en Cambridge, Massachusetts..

Otro equipo, incluyendo a Remco van den Bosch de la Universidad de Texas, usó un distinto tipo de análisis que no incluía la materia oscura y también encontró que los agujeros negros supermasivos en los núcleos de las galaxias masivas pueden tener el doble de su peso estimado.

Van den Bosch y sus colaboradores se dieron cuenta de que las galaxias masivas tienden a ser menos redondas, como balones de rugby aplastados, con estrellas en órbitas muy alargadas, que las galaxias más pequeñas. Si se ignoran las verdaderas órbitas de estas estrellas, los astrónomos calcularán una velocidad estelar más lenta y se subestima drásticamente la masa del agujero negro central. En una galaxia masiva, llamada NGC 3379, para la que el equipo realizó el análisis, se estimó que la masa del agujero negro era del doble, según informó el equipo en la red.

“El hecho de que en NGC 3379 la masa del agujero negro haya aumentado no demuestra que esto vaya a ser así en otras galaxias [no redondas] también, pero es muy probable”, dice van den Bosch.

Kormendy sugiere que cuando ambos efectos – la influencia de la materia oscura y la forma no redonda de las galaxias masivas – se combinan, la masa estimada de los agujeros negros gigantes puede cuadruplicarse.

“Sigue atento”, dijo Kormendy. “La historia aún no ha terminado”.

Fuente | Ciencia Kanija


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Predicen el nacimiento de una estrella


Un estudio realizado por dos astrónomos del Observatorio de Calar Alto, en Almería, y del Observatorio de la Universidad de Munich (Alemania) anticipa que la nebulosa oscura Barnard 68 se transformará en una brillante estrella dentro de 200.000 años. Según los científicos esta nebulosa ya está colisionando con otra más pequeña, en un proceso que concluirá con el nacimiento estelar.


La nebulosa oscura Barnard 68, que en 200.000 años podría convertirse en una estrella. Foto: ESO.

El astrofísico João Alves, director del Observatorio de Calar Alto (Almeria), y su colega Andreas Bürkert, del observatorio alemán de la Universidad de Munich, creen que “el inevitable futuro de la nube sin estrellas Barnard 68” será colapsar y originar una nueva estrella, según un artículo que ha publicado recientemente la revista The Astrophysical Journal.



Barnard 68 (B68) es una nebulosa oscura situada en la constelación de Ofiuco, a unos 400 años luz de distancia. Entre los tipos de nebulosas, nubes interestelares de polvo y gas situadas dentro de la Vía Láctea, se encuentran las denominadas ‘oscuras’, cuya silueta oculta la luz de las estrellas y otros objetos que se encuentran detrás.

Los científicos consideran a las nebulosas como fábricas de estrellas. La teoría más aceptada entre los astrónomos es que éstas se formarían a partir de la condensación de las gigantes nubes de gas por el efecto de su propia gravedad, hasta que la alta densidad y temperatura iniciaría la fusión nuclear que originaría la estrella. Esta es la teoría más aceptada entre los astrónomos, aunque se desconocen todavía muchos detalles del proceso. El nuevo estudio podría arrojar alguna luz.

Los astrofísicos Alves y Bürkert proponen que la colisión de dos nubes de gas puede ser el mecanismo que active el nacimiento de la estrella. En el caso de Barnard 68 sugieren que ya está en un estado inestable inicial y que “pronto”, en un plazo de unos 200 000 años, colapsará.

Las imágenes de densidad que han tomado reflejan que B68 es una fría nube de gas con una masa equivalente a dos soles, pero hay otra diez veces menor (de 0,2 masas solares) que se está aproximando y está “a punto” de chocar.

Para probar su teoría los dos astrofísicos han simulado este escenario en un superordenador de la Universidad de Munich. De acuerdo a los modelos teóricos, introdujeron los datos correspondientes a dos glóbulos separados por un año luz, con una masa y velocidad parecidas a las de la nebulosa Barnard 68 y su “pequeña” acompañante. Gracias a un algoritmo numérico los investigadores comprobaron cómo estas dos nubes de gas virtuales evolucionaban en el tiempo.

El Sol tendrá un nuevo vecino

Los resultados revelaron que el glóbulo menor penetraba en el mayor después de alrededor 1,7 millones de años a una velocidad de 370 metros por segundo. El modelo también reflejó que la estabilidad de la situación inicial se perdía con el tiempo. Al fusionarse los dos glóbulos se generaban densidades enormes que hacían colapsar el sistema, creando las condiciones ideales para la formación de una estrella.


Los investigadores realizaron varias simulaciones, variando los parámetros físicos de los glóbulos, hasta deducir bajo qué circunstancias la fusión de dos nubes de gas conduce a su colapso posterior. Según los cálculos de Bürkert y Alves, dentro de 200 000 años, y no muy lejos del Sistema Solar, nacerá una nueva estrella, en cuyas inmediaciones también podrían formarse planetas.

Fuente | Ciencia Kanija


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Descubren un exoplaneta con un método creado hace más de 50 años

Washington.- Astrónomos de la NASA descubrieron un nuevo exoplaneta similar a Júpiter mediante un método creado hace más de 50 años, informó hoy el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense.


Pravdo indicó que también existe la posibilidad de haya planetas rocosos, como la Tierra, en torno a esa estrella. EFE/Archivo


La técnica, llamada astrometría fue creada hace más de medio siglo precisamente para la búsqueda de exoplanetas, cuerpos que giran en torno a una estrella pero más allá de nuestro sistema solar. Hasta ahora se han descubierto más de 30 exoplanetas.

Básicamente consiste en medir de manera muy precisa los movimientos de una estrella bajo la influencia gravitatoria de planetas no vistos.



El método requiere mediciones exactas durante largos períodos de tiempo y hasta ahora no había logrado determinar con certeza la existencia de un exoplaneta.

Pero hace 12 años, científicos de JPL instalaron un instrumento de astrometría en un telescopio del Observatorio de Palomar en California para observar al menos 30 estrellas.

Su paciencia rindió frutos cuando descubrieron el exoplaneta, identificado como VB 10b, a unos 20 años luz de la Tierra en la constelación de Aquila.

Se trata de un gigante gaseoso con una masa seis veces superior a la de Júpiter y una órbita lo suficientemente alejada de su estrella como para calificársele como un "planeta frío", según dijo JPL, que no precisó cuándo ocurrió el descubrimiento.

"Este método es óptimo para encontrar configuraciones similares a las de nuestro sistema solar donde pudiera haber otras Tierras", indicó el astrónomo Steven Pravdo, científico de JPL y autor principal del estudio.

"Encontramos un planeta parecido a Júpiter en casi la misma distancia relativa de nuestro Júpiter, excepto que gira en torno a una estrella mucho más pequeña", añadió.

Pravdo indicó que también existe la posibilidad de haya planetas rocosos, como la Tierra, en torno a esa estrella.

"Este es un descubrimiento apasionante porque demuestra que se pueden encontrar planetas que orbitan estrellas extremadamente pequeñas", manifestó Wesley Traub, científico del Programa de Exploración de Exoplanetas de la NASA.

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El Telescopio Chandra espía el "fantasma" de rayos-X de un agujero negro

En la primera detección de este tipo, los astrónomos han encontrado un “fantasma” cósmico merodeando alrededor de un lejano agujero negro supermasivo.

Los científicos creen que el descubrimiento, hecho por el Observatorio de rayos-X Chandra, es la prueba de una descomunal erupción producida por el agujero negro y podría dar a los astrónomos una valiosa oportunidad de observar fenómenos que tuvieron lugar cuando el universo era muy joven.


El difuso objeto azul cerca del centro de esta imagen compuesta se cree que es un "fantasma" cósmico, conocido como HDF 130, generado por una descomunal erupción de un agujero negro supermasivo en una lejana galaxia. Crédito: Rayos-X (NASA/CXC/IoA/A.Fabian et al.); Óptico (SDSS), Radio (STFC/JBO/MERLIN)



El fantasma de rayos-X, conocido así por ser una fuente difusa de rayos-X que ha permanecido después de que de otra radiación se hubiese apagado, está en el Campo Norte Profundo de Chandra, una de las imágenes de rayos-X más profundas jamás obtenidas.

La fuente, conocida como HDF 130, está a más de 10 mil millones de años luz de distancia y existía en una época apenas 3000 millones de años tras el Big Bang, cuando las galaxias y los agujeros negros se formaban en un índice alto. HDF 130 tiene una forma de cigarrillo que se extiende unos 2200 millones de años luz.

“Habíamos visto este borroso objeto hace unos años, pero no nos dimos cuenta hasta ahora que estábamos viendo un fantasma”, dijo el miembro del equipo Andy Fabian de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido. “No está allí para aparecerse ante nosotros, sino para decirnos algo — en este caso que sucedió en esta galaxia hace miles de millones de años”.

Fabian y sus colegas creen que el brillo de rayos-X procedente de HDF 130 es la prueba de un potente estallido procedente de su agujero negro central en forma de chorros de partículas energéticas viajando a casi la velocidad de la luz.

La energía contenido en la erupción del agujero negro probablemente era considerable, equivalente a mil millones de supernovas.

Cuando la erupción estaba en curso, produjo una prodigiosa cantidad de radiación X y de radio, pero tras varios millones de años, las señales de radio se apagaron de la visión en forma de electrones que irradiaban su energía.

No obstante, los electrones menos energéticos aún pueden producir rayos-X interactuando con el predominante mar de fotones que quedan del Big Bang — la radiación de fondo cósmico. Este proceso produce una fuente extendida de rayos-X que dura otros 30 millones de años aproximadamente.

“Este fantasma nos habla de la erupción del agujero negro mucho después de su muerte”, dijo el miembro del equipo Scott Chapman, también de la Universidad de Cambridge. “Esto significa que no tenemos que captar a los agujeros negros en el acto para ser testigos del gran impacto que tienen”.

Esta es la primera observación de un fantasma de rayos-X tras la desaparición de los chorros brillantes de radio. Los astrónomos han observado extensas emisiones de rayos-X con origen similar, pero sólo procedentes de galaxias con emisiones de radio a grandes escalas, lo que significa erupciones continuadas.

En HDF 130, sólo se ha detectado una fuente puntual en imágenes de radio, coincidiendo con la galaxia elíptica masiva vista en su imagen óptica. Esta fuente de radio indica la presencia de un agujero negro supermasivo en crecimiento.

“Este resultado apunta a que el cielo en rayos-X debería estar salpicado con tales fantasmas, especialmente su las erupciones de agujeros negros fueron tan comunes como creemos en los inicios del universo”, dijo el miembro del equipo Caitlin Casey, también de Cambridge.


Fuente | Ciencia Kanija


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Método de búsqueda de planetas por fin tiene éxito

Una herramienta propuesta hace mucho tiempo para la búsqueda de planetas ha capturado su primera presa – un planeta similar a Júpiter orbitando una de las estrellas más pequeñas conocidas.

La técnica, conocida como astrometría, se intentó por primera vez hace 50 años como método de búsqueda de planetas fuera de nuestro Sistema Solar, llamados exoplanetas. Esto implica medir los movimientos precisos de una estrella en el cielo conforme un planeta invisible tira de la misma adelante y atrás. Pero el método requiere unas medidas muy precisas a lo largo de grandes periodos de tiempo, y hasta ahora, no había logrado encontrar ningún exoplaneta.




Esta concepción artística muestra la estrella más pequeña conocida en albergar un planeta. Crédito de la imagen: NASA/JPL-Caltech



Un equipo de dos astrónomos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, ha estado, durante los últimos 12 años, montando un instrumento de astrometría en un telescopio del Observatorio Palomar cerca de San Diego. Tras cuidadosas e intermitentes observaciones de 30 estrellas, el equipo ha identificado un nuevo exoplaneta alrededor de una de ellas – el primero en ser descubierto alrededor de una estrella usando astrometría.

"Este método es óptimo para buscar configuraciones de sistemas solares similares al nuestro que puedan albergar otras Tierras", dijo el astrónomo Steven Pravdo del JPL, autor principal de un estudio sobre los resultados que se publicará en Astrophysical Journal. "Encontramos un planeta similar a Júpiter aproximadamente en la misma posición relativa que nuestro Júpiter, sólo que alrededor de una estrella mucho menor. Es posible que esta estrella tenga también planetas rocosos interiores. Y dado que más de 7 de cada 10 estrellas son tan pequeñas como esta, esto podría indicar que los planetas son más comunes de lo que pensábamos".

El hallazgo confirma que la astrometría podría ser una poderosa técnica para buscar planetas tanto con telescopios espaciales como terrestres. Por ejemplo, una técnica similar se usaría en SIM Lite, una idea de la NASA para una misión espacial que está actualmente en evaluación.

El exoplaneta recientemente encontrado, conocido como VB 10b, está aproximadamente a 20 años luz de distancia en la constelación de Aquila. Es un gigante gaseoso, con una masa de seis veces la de Júpiter, y una órbita lo bastante lejana de su estrella como para ser etiquetado como un "Júpiter frío" similar al nuestro. En realidad, el propio calor interno del planeta le daría una temperatura similar a la de la Tierra.

La estrella del planeta, conocida como VB 10, es diminuta. Es lo que se conoce como una enana M y sólo tiene una doceava parte de la masa de nuestro Sol, apenas lo bastante grande para fusionar átomos en su núcleo y brillar con luz estelar. Durante años, VB 10 fue la estrella más pequeñas conocida – ahora tiene un nuevo título: la estrella más pequeña conocida en albergar un planeta. De hecho, aunque la estrella es más masiva que el planeta encontrado, los dos cuerpos tendrían una circunferencia similar.

Debido a que es tan pequeño, este sistema planetario sería una versión reducida del nuestro. Por ejemplo, VB 10b, aunque se considera un Júpiter frío, está situado aproximadamente a la distancia que está Mercurio del Sol. Cualquier planeta rocoso del tamaño de la Tierra podría estar en la vecindad situándose incluso más cerca.

"Algunos otros exoplanetas alrededor de estrellas enanas M mayores también son similares a nuestro propio Júpiter, haciendo de estas estrellas un terreno fértil para futuras búsquedas de Tierras", dijo Stuart Shaklan, coautor junto a Pravdo y científico del instrumento SIM Lite en el JPL. "Las astrometría está mejor adaptada para encontrar Júpiter fríos alrededor de todo tipo de estrellas, y por tanto encontrar más sistemas planetarios con una ordenación similar a la de nuestro hogar".

De dos a seis veces cada año, durante los últimos 12 años, Pravdo y Shaklan han enfocado su instrumento de Investigación Planetaria Estelar sobre el telescopio Hale de cinco metros en Palomar para buscar planetas. El instrumento, el cual tiene un dispositivo de carga acoplada de 16 megapíxel, o CCD, puede detectar cambios minúsculos en la posición de las estrellas. El planeta VB 10b, por ejemplo, provoca un temblor en su estrellas de una pequeña fracción de grado. Detectar este temblor es equivalente a medir el grosor de un cabello humano a una distancia de tres kilómetros.

Otras técnicas sobre el terreno de búsqueda de planetas de amplio uso incluyen la velocidad radial y el método del tránsito. Como la astrometría, la velocidad radial detecta el temblor de una estrella, pero mide el desplazamiento Doppler en la luz de la estrella causado por el movimiento adelante y atrás con respecto a nosotros. El método del tránsito busca atenuaciones en el brillo de una estrella cuando los planetas orbitales pasan frente a la estrella y bloquean la luz. La misión espacial Kepler de la NASA, que empezó a buscar planetas el 12 de mayo, usará el método del tránsito para buscar mundos similares a la Tierra en estrellas similares al Sol.

"Este es un descubrimiento apasionante debido a que demuestra que los planetas pueden encontrarse alrededor de estrellas de peso extremadamente ligero", dijo Wesley Traub, científico jefe del Programa de Exploración de Exoplanetas de la NASA en el JPL. "Esta es una pista de que a la naturaleza le gusta formar planetas, incluso alrededor de estrellas muy distintas al Sol".

Fuente | Ciencia Kanija

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Explosión estelar muestra huellas masivas de carbono

Mientas los humanos aún luchan por librarse del indeseado carbono parece que los cielos son bastante buenos con él. Una nueva investigación de un astrofísico de la Universidad de Warwick ha descubierto que una misteriosa explosión estelar registrada en 2006 puede hacer marcado la inusual muerte de una igualmente inusual estrella rica en carbono.




El extraño objeto conocido como SCP 06F6 fue observado por primera vez en 2006 por investigadores de supernovas de los Estados Unidos tomando imágenes del Telescopio Espacial Hubble, viéndola como si apareciese de ninguna parte, y apagándose de nuevo en el olvido, a lo largo del curso de 120 días. El equipo de Estados Unidos publicó sus observaciones en septiembre de 2008, dejando un espacio en blanco sobre la naturaleza de SCP 06F6, en particular no estaba claro si este evento tuvo lugar en nuestro patio trasero cósmico, o en el otro extremo del universo.



Ahora, un equipo de astrofísicos y astrónomos de la Universidad de Warwick en el Reino Unido cree que ha llegado a la respuesta. De acuerdo con su investigación, la observación de SCP 06F6 mantiene una notable semejanza con un grupo de estrellas que contienen proporciones extremadamente grandes de carbono, de aquí que se las conozca como estrellas de carbono. No obstante, para lograr este encaje, SCP 06F6 debe estar a una distancia de alrededor de 2000 millones de años luz de distancia, provocando un considerable desplazamiento al rojo en su apariencia. Dada la gran distancia, la súbita aparición de SCP 06F6 está muy probablemente relacionada con la súbita muerte de la estrella rica en carbono, y el equipo de Warwick cree que este objeto puede ser un tipo totalmente nuevo de supernova.

Sería un tipo inusual de supernova en varios aspectos: SCP 06F6 está situado en una parte vacía del cielo, sin ninguna galaxia madre visible. Si la estrella estalló como una supernova normal de Tipo II, ¿por qué necesitó cuatro veces el tiempo para alcanzar el pico de brillo y atenuarse como cualquier otra supernova y por qué emitió hasta 100 veces más energía en rayos-X de lo esperado? La energía de rayos-X podría llevar a especular que la estrella fue destrozada por un agujero negro en lugar de estallar por sí misma, pero el investigador principal del equipo de la Universidad de Warwick, Boris Gänsicke, dice que la idea tiene algún problema como: “La carencia de una galaxia madre obvia para SCP 06F6 implicaría que es un agujero negro de muy baja masa (si es que existen agujeros negros en los centros de las galaxias enanas irregulares) o que el agujero negro de alguna forma ha sido expulsado de su galaxia madre. Aunque ninguna de ellas es imposible, esto hace que el caso del estallido por un agujero negro sea algo controvertido”.

“Varios nuevos telescopios que están siendo diseñados y construidos monitorizarán continuamente todo el cielo buscando cortas apariciones de nuevas estrellas, y no hay duda de que SCP 06F6 no seguirá sola desconcertando a los astrónomos en los próximos años”.

La investigación se publica en el ejemplar del 1 de junio de la revista Astrophysical Journal Letters como “SCP06F6: A carbon-rich extragalactic transient at redshift z~0.14?” por Dr. Boris Gaensicke, Dr. Andrew Levan, Profesor Thomas Marsh, y Dr. Peter Wheatley todos del Departamento de Física de la Universidad de Warwick.

Fuente | Ciencia Kanija


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